Los directivos de la Asociación de Empresarios del Transporte Automotor de Tucumán (Aetat) pedirán al municipio de San Miguel de Tucumán y al Gobierno provincial que se apruebe un incremento en el valor del viaje en ómnibus urbano. El titular de la organización, Cristóbal Cazorla, se reunió ayer con el ministro de Seguridad, Jorge Gassenbauer y con el intendente, Domingo Amaya. Evitó hablar de cifras, pero adelantó que la solicitud formal será presentada en los próximos días.
“Estamos sumamente preocupados por la situación de las empresas. Con esta economía inflacionaria, como es históricamente la de nuestro país, es imposible que las empresas podamos sostener la funcionalidad de los servicios con tarifas que se ajustan para lapsos de un año”, reclamó. Consignó que durante el período “intertarifario” se encarecieron los insumos que requieren para poder continuar con la actividad. “En este momento prácticamente todas las empresas, aún las de mayor producción, están desequilibradas económicamente y están en serias dificultades para cubrir sus compromisos y para asistir las necesidades de las operaciones”, describió. Añadió que en las próximas horas consensuarán la cifra del pedido. Enumeró los principales gastos que se dispararon recientemente: “salarios, chasis, repuestos, nuevas unidades y combustible”.
Subrayó que tanto la Capital como la Provincia se habrían comprometido a analizar la situación. “Nos dijeron que comprenden que estar un año con la misma tarifa no es posible. No podemos sostener períodos tan largos sin actualización, por la inflación”, aseguró.
Cazorla afirmó que varias ciudades del país ya subieron los pasajes y que estos superan “holgadamente” el valor local.
El 2 de mayo, los concejales de la capital habían autorizado la suba en el cospel, la ficha que se usará hasta mañana. El boleto urbano en esa ocasión pasó de costar $ 2,50 a $ 3. Los empresarios habían elevado en ese entonces un pedido para que costara $3,50.